sábado, 14 de mayo de 2011

Generación perdida

Me acaban de contar una situación que no por repetida resulta ser menos penosa: una joven empleada, a tiempo parcial, trabaja la jornada completa; pero se le paga lo establecido en el contrato: media jornada. El contrato se realiza no por la categoría que corresponde a sus conocimientos y experiencia sino como aprendiz, que es una manera de pagar menos. En un momento dado se produce tensión entre el empresario y la trabajadora, debido a que ésta ha decidido hacer una pausa para comer. La clientela, en opinión del empresario, no puede esperar y la trabajadora debe hacerse cargo de la situación. Finalmente, el patrón la despide. ¿Razón objetiva del despido?: bajos rendimientos. Es decir, ha trabajado la jornada completa, con un contrato de media jornada, se le paga, por tanto, la mitad y se le despide porque no rinde lo suficiente: ¡hace un pausa para comer!.

Me he enterado de esta canallada a la vez que el telediario daba cuenta de la opinión de los gurús de las finanzas sobre la marcha de la economía del país, que parece ser que crece aunque lentamente y no al ritmo de la economía alemana.

Me refiero a Mafo, es decir, Miguel Ángel Fernández Ordóñez,quien ha dicho hoy, en una rueda de prensa, que si no se abordan las reformas necesarias en el mercado laboral, se corre el riesgo de perder una generación. Es decir, pide mayor flexibilización del mercado laboral. O, al menos, eso es lo que me ha parecido entender al presidente del Banco de España. Lo que Mafo nos ha venido a decir es que la tasa de desempleo es tan grande y tan prolongada en el tiempo entre los jóvenes, que se corre el riesgo de que esta generación sea una GENERACIÓN PERDIDA. Una más. Una generación perdida más, porque no es la primera en nuestra historia. En otra entrada de este mismo blog hablé de lo que el sociólogo José Luis de Zárraga a mediados de los ochenta denominó "Generación de perdedores". Entonces, con ocasión de esta entrada, dije que me sentía hijo de una generación perdida para el país. No es que nuestros progenitores no trabajaran para levantar del país, que lo hicieron, y hay que ver de qué manera, sino que no se aprovechó su talento, Entonces como todo el mundo sabe se debió a razones políticas, y hoy con la generación más preparada de la historia vuelve a ocurrir lo mismo, está a punto de ser excluida y también por las mismas razones: razones políticas.

Creo que hoy no nos podemos permitir ese lujo. Toda la sociedad debería hacer esfuerzos por incorporar el talento de los jóvenes al sistema productivo.

¿Cómo? ¿Poniendo en marcha las recetas del presidente del Banco de España y de sus lugartenientes o escuchando a los jóvenes? No dudo de la buena voluntad del banquero, pero creo que los jóvenes están más interesados en resolver su situación que la generación más acomodada de la historia de España, que es la que habla por boca de Fernández Ordóñez. La generación que no ha necesitado ayuda de nadie para instalar la mayor crisis económica de la historia en nuestros hogares. Es hora de que hablen los jóvenes. Para ello, Mafo y el resto de lugartenientes lo que deberían hacer es facilitar los cauces necesarios de participación.

Para empezar una idea: a jornada de trabajo completa, contrato de jornada completa y salario íntegro. 
Otra idea: pausa o descanso diario por el tiempo mínimo para comer el bocadillo.
Una idea más: trabajo ajustado a los conocimientos y experiencia acreditada.

¿Es posible que haya que reivindicar estas cosas en un país de Europa en el siglo XXI?: Desde luego, Spain is diferent.

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