miércoles, 20 de febrero de 2013

Reivindico a San Clemente como patrón de los mineros

Acabo de terminar de leer una novela de Almudena Solana que se titula "Aurora Ortiz". Es un libro muy interesante cuya lectura recomiendo. El primer capítulo es fantástico, y lo mismo puedo decir de los últimos. La hora en la que inicié su lectura, bastante tarde, desde luego no fue la más propicia apara ello; quizás por eso me perdí a mitad del libro. En los últimos capítulos recuperé el interés por el relato y finalmente, al concluirlo, me dejó un buen sabor de boca. Me he propuesto localizar los últimos relatos de esta autora y probar un poco más de la misma medicina.

La autora, en un capítulo del libro, sitúa la acción de la protagonista en la localidad gallega de San Clemente. Allí está destinado un sacerdote joven llamado justamente con el mismo nombre: Clemente.

Las escritora Almudena Solana, a propósito del origen del nombre del pueblo, dice que es en honor a un santo que obró el milagro de suministrar agua a los mineros de una cantera en la que él también estaba confinado y obligado a trabajar. ¿Será verdad este suceso? ¿Existirá el tal santo que haya realizado semejante proeza?

A San Google a buscarlo. De existir un individuo que hubiera obrado tal milagro me parecería no sólo digno de ser santo, sino además de conferirle el honor de ser el patrono de los mineros.

Busqué noticias del Santo, y las encontré. Efectivamente, tal y como relata Solana, el santoral oficial hace referencia a Clemente como el cuarto Papa de la historia. Famoso por su epístola a los Corintios (distinta a la de Pablo). Fue deportado a Crimea y obligado a realizar trabajos forzados en una cantera de mármol. En esta mina es donde el bueno de Clemente se estrenó con su milagro. Rezó y su fe hizo manar agua de las rocas, con la que pudo saciar la sed de los esforzados mineros.

En cambio, a la pobre Santa Bárbara, la patrona titular y en activo de los mineros, todo su currículum relacionado con la profesión del candil se agota en soportar en primera persona el sufrimiento al ser torturada por su fe cristiana; pero ni un solo milagro, ni una buena obra, ni una sola acción en favor de los mineros. Pero bastó, que tronara un rayo en pleno martirio, justamente antes de que expirara, para que sin miramientos se le adoptase como patrona de los mineros.

Entiendanme, yo no quiero destronar a la veterana patrona, ni por asomo, qué haríamos entonces con todo el marchandaisin acumulado y que tenemos en stock en vitrinas y almacenes: calendarios, placas, retratos, plegarias, estatuillas, etc.,etc.; ¿pero los que de esto entienden no podían ver la forma de entronizar como patrono de los mineros a San Clemente, sin perjudicar a Santa Bárbara? ¿O tener Patrón y Patrona es un lujo que en estos momentos de crisis económica no nos podemos permitir?

domingo, 17 de febrero de 2013

El valor de la palabra

En los Estados Unidos de América, como en cualquier otro país de la Unión Europea, la menor sospecha de haber mentido que se arroje sobre un dirigente político, lo situaría frente a sus propios correligionarios en una posición comprometida que lo obligaría a presentar su dimisión y, en caso de no hacerlo, sería objeto de su inmediata destitución. La mentira es uno de los pocos lujos que no puede permitirse ningún político. Ellos lo saben. Esas son las reglas de juego y eso es lo que, en ocasiones, justifica el lenguaje encriptado que se ven obligados a utilizar. Esas frases ambiguas que después de oírlas le deja a uno con la sensación de no saber si lo que ha entendido es así o si lo es también su contrario. Cualquiera de las interpretaciones que se haga sirven de salvoconducto al hábil político para justificar que en todo momento se ajustó a la verdad.

Los políticos no pueden mentir, salvo que estén imputados. Entonces se les confieren todas las prerrogativas que la Ley da a los acusados por un delito y, entre ellas, las de mentir si eso favorece a su defensa. En ese marco debe entenderse las declaraciones realizadas al Juez por el exsocio de Urdangarin y la Infanta, Diego Torres. Entra dentro de lo posible que mienta para favorecer su posición, forma parte de los cálculos. También es razonable pensar, por la misma razón, que lo haga el extesorero del PP, Luis Bárcenas. Al fin y al cabo corresponde al ministerio público y a la acusación particular demostrar su culpabilidad y el imputado no tiene ni siquiera la obligación legal de decir la verdad. Para algunos imputados, acogerse a este elemental derecho probablemente sea la única vez en su vida que están realmente del lado de la ley. La credibilidad que puede darse a los testimonios de estos individuos no es muy alta.

Sin embargo, en el asunto Bárcenas-Sepúlveda y en el asunto Urdangarin lo que más llama la atención es que ni el Partido Popular ni la Casa Real ni la Fiscalía General del Estado se hayan personado como acusación particular. Parece como si a ellos las presuntas estafas cometidas por alguno de los suyos no les afectaran. Esto no es comprensible aunque, por lo que parece, sí aceptable, como lo demuestra el hecho de habernos resignado a esta situación.

Lo que resultaría absolutamente inaceptable es soportar la mentira de un dirigente político bien situado: cuanto más alto sea el puesto que ocupa más intolerable se hace para la opinión pública. Para los políticos, que dedican buena parte del tiempo de sus agendas a explicar sus decisiones, la credibilidad de su palabra es un bien preciado. Probablemente su mayor tesoro. Un político sin palabra no vale nada. Pero donde el hedor de la mentira se hace más insoportable es justamente en la Casa de la Palabra, en el Parlamento. Allí la palabra se cuida, se mima; pero, para desgracia de algunos, también se graba.

Ni la Infanta Cristina ni su padre el Rey todavía han hablado. Rajoy tampoco lo ha hecho. Esto en mi opinión no les favorece, aunque forme parte de una estrategia que contemple medir los tiempos: más pronto que tarde tendrán que hacerlo. Los que sí lo han hecho han sido sus portavoces: los Revenga, los Floriano, los Cospedal, los Montoro, los Mato, etc. Y todo apunta a que no han dicho la verdad. Por eso su situación es insostenible. Por asepsia, por el bien de la política y del país (y por el bien de ellos) deben dejar inmediatamente sus cargos, antes de que el deterioro del sistema amenace ruina y que tengan que responder por la falta de valor de su palabra sus jefes. 

viernes, 15 de febrero de 2013

Metáforas de Sylvia Plath

Aquí dejo otro poema de Sylvia Plath, una joven poetisa que murió hace cincuenta años, cuando apenas tenía 30. Cuando escribió estos maravillosos versos estaba embarazada, creo que de su primera hija.


Soy un acertijo en nueve sílabas,
un elefante, una casa maciza,
un melón paseando sobre dos zarcillos.
¡Oh fruta roja, marfil, finas vigas!
Esta hogaza se agranda cuando fermenta su levadura.
El dinero está recién acuñado en este grueso monedero.
Soy un medio, una etapa, una vaca preñada.
Me he comido una bolsa de manzanas verdes,
una vez el tren en marcha ya no hay forma de apearse.
(Metáforas. Autora: Sylvia Plath)

miércoles, 13 de febrero de 2013

Friedrich Hermann Ter Meer. Líder de la economía militar



A ver si les suena. Atentos a este funesto personaje. Nació en Alemania en 1884 y murió en ese mismo país en 1967. Estudió química y se hizo cargo de las empresas de su padre. En 1925, después de la fundación del conglomerado IG Farben (una multinacional formada por las empresas más importantes del sector químico y farmacéutico de Alemania), su empresa fue absorbida y él entró a formar parte del accionariado y de la dirección de la multinacional. Fue uno de los responsables de la ubicación del sitio y de la toma de decisiones para la construcción de la planta de IG Farben en Auschwitz. ¿Ahora les suena?

Por sus méritos durante la II Guerra Mundial y sobretodo por su contribución al III Reich, Ter Meer fue galardonado por Hitler con la Cruz del Mérito de Guerra, y fue nombrado "líder de la economía militar". ¿Sigue sin sonarles?

Dirigió buena parte de los experimentos de aplicación de fármacos en humanos. Hombres, mujeres, niños y adultos escogidos entre "voluntarios" pensionados por el Gobierno alemán en el campo de concentración de Auschwitz. Para este tipo de experimentos mostró sus preferencias entre los de raza judía. Fue responsable de la firma Alemana Bayer, integrada también en el conglomerado IG Farben. Las firmas que representaba y dirigía inventaron y fabricaron el gas Zycklon B. ¿Sigue sin sonarles? Esta sustancia gaseosa fue la que se empleó en las cámaras de gas para exterminar de forma "eficaz" y masiva a los judíos presos por Hitler en varios campos de concentración durante la segunda barbarie mundial.





Al finalizar la contienda mundial fue juzgado y declarado criminal de guerra por un tribunal internacional en Nuremberg. Fue sentenciado a cadena perpetua; pero de ella sólo cumplió 7 años. Tras su salida de la cárcel, volvió a ocupar cargos de máxima responsabilidad en la firma Bayer (IG Farben había sido troceada y desmantelada por los aliados, con EE.UU a la cabeza).



Fritz (Friedrich Hermann) ter Meer. Photo from the National Archives, Collection of World War II Crimes Records of the I.G. Farben Trial in Nuremberg'© National Archives, Washington, DC

Foto: Collection of World War II Crimes Records of the I.G. Farben Trial in Nuremberg
© National Archives, Washington, DC.

IG Farben también tenía ramificaciones y tentáculos en la España de Franco. Los aliados también obligaron  al Generalísimo a expropiar a sus antiguos dueños las fábricas y las empresas relacionadas con Alemania y a venderlas en pública subasta. Dejo para los sagaces interesados la investigación sobre qué es lo que ocurrió, a quién se vendió o a quién se adjudicó las más de 400 empresas alemanas "intervenidas" por Franco por orden de los aliados. Una pista: todos estos datos están publicados en el Boletín Oficial de Estado.

¿Pero qué es lo que ocurrió con los directores y responsables de estas empresas que operaban con testaferros en España?¿ También se les juzgó y se les metió en la cárcel, para después rehabilitarlos, aunque sólo fuera social y económicamente? No. Aquí los blindamos y los hicimos inmediatamente funcionarios y cuando se retiraron les dimos la medalla al mérito del trabajo. Recientemente, por el módico precio de 6 euros me he dado el placer de comprar en el archivo histórico de Washintong, la declaración y los testimonios de alguno de estos ejemplares españoles, que figuran en los interrogatorios que los aliados sometieron a los testaferros y colaboradores Nazis en España.

Dejo también para otro día hablar e identificar a las empresas y a los testaferros que en León sirvieron a los intereses de aquella inmunda y criminal causa: algunos hoy rehabilitados empresarios de indudable éxito, que han dejado en legado a sus descendientes una considerable fortuna: ¿De dónde la habrían sacado? ¿De un golpe de suerte en la Bolsa, como Bárcenas?

martes, 12 de febrero de 2013

Sylvia Plath (El Coloso)

Nunca podré reunirte íntegramente,

Juntar, pegar, articular como corresponde.
Rebuznos de mula, gruñidos de cerdo, obscenos graznidos
Provienen de tus grandes labios.
Peor que en un corral.

Quizá te consideres un oráculo,

Portavoz de los muertos o de algún dios.
Yo llevo treinta años esforzándome
Por limpiar de fango tu garganta
Y no he aprendido nada.

Trepando escaleritas con frascos de engrudo y baldes de lisol
Me arrastro como una hormiga enlutada
Por los campos cubiertos de maleza de tus cejas
Para reparar tu inmenso cráneo y desbrozar
Los descarnados, blancos túmulos de tus ojos.

Un firmamento azul de otra Orestíada
Se cierne sobre nosotros. Oh padre, tú solo
Eres una referencia histórica tan importante como el Foro Romano.
Aquí meriando, en una colina de seres siniestros.
Las columnas de tus huesos y el acanto de tus cabellos vuelven
A su antigua anarquía esparciéndose hasta el horizonte.

Se necesita más que un rayo
Para crear tanta ruina.
Algunas noches me acurruco en la cornucopia
De tu oreja, a salvo del viento,

Y cuento estrellas rojas y estrellas color ciruela.
Sale el sol bajo el pilar de tu lengua.
Mis horas se desposan con la sombra.
Ya no escucho más el roce de la quilla
Contra las sordas piedras del desembarcadero.


Autor: Sylvia Plath. Poema obtenido de su primer libro de poemas, El Coloso. (Esta es una de las muchas traducciones que se pueden encontrar.)

lunes, 11 de febrero de 2013

El próximo Papa: Rouco Varela

El jefe de los obispos españoles, el cardenal Rouco Varela, nada más conocer la decisión de Benedicto dieciséis de presentar su renuncia al papado, ha convocado una urgente rueda de prensa para valorar la iniciativa (la ocasión lo merece, debió pensar el purpurado). Al ser preguntado por las razones íntimas del Sumo Pontífice fue cauto. Dijo que no podía hablar de algo que no conocía y por tanto había que atenerse a las propias palabras del afectado. Pero lo que dijo a continuación os aseguro que no me lo he inventado ni es una broma, aunque lo pueda parecer. Rouco confesó que nada más haber sido elegido el cardenal Joseph Ratzinguer como sucesor de Pedro, los obispos que no lo conocían suficientemente o no habían tenido un trato habitual con él, según el obispo español, no sabían "cómo iba a mover las manos", y después "pudieron comprobar que las movía muy bien". Al oír semejante boutade me quede perplejo: ¿En eso se resume para Rouco Varela los casi ocho años de ministerio de Benedicto XVI: en que mueve bien las manos? Me pareció alucinante. Después recordé que el cardenal español es gallego y pensé: seguro que lo ha dicho con retranca. Recordé la impresión que me causó la primera imagen del recién elegido Benedicto XVI, con una sotana dos tallas más pequeñas que la que le correspondía y ejercitando un movimiento de manos casi ridículo que le ha perseguido en todos los actos multitudinarios. ¿De qué otras cosas podía hablar el gallego Rouco? ¿De las visitas papales a España organizadas por él mismo y la trama Gürtel asidos de las manos, al alimón? No. Por supuesto que no. Qué mejor titular para desviar la atención que decir que Benedicto XVI movía muy bien las manos. ¡Impresionante el gallego! Ante la enjundia de tal declaración no hay periodista que se resista: una carcajada cómplice de todos los asistentes y asunto zanjado. Rouco Varela es mi candidato. Si yo tuviera alguna influencia en la Curia, pediría un voto unánime del colegio cardenalicio para este trovero, que improvisa estos maravillosos cánticos que hacen levantase a uno de la silla. Repetidlo para vuestros adentros. Observad la profundidad del mensaje: ¡Benedicto XVI, qué bien movía las manos!

jueves, 7 de febrero de 2013

Morir de éxito

Morir de éxito. La primera vez que soy consciente de haber oído esta rotunda frase fue al ex presidente del Gobierno socialista, Felipe González. En una de las arengas televisadas a los suyos les dijo que había que andarse con cuidado, que el PSOE podía morir de éxito. Se refería a las renovadas mayorías absolutas que iba obteniendo en sucesivas elecciones que se convocaban en el ámbito nacional, autonómico y local. Ahora, los analistas dirán si eso fue exactamente lo que ocurrió con su partido. Sugiero al PP, por si acaso,  que se lo ate al dedo para que no se le olvide.

En clave local, hoy los medios de comunicación dan cuenta de una afirmación similar, realizada por el presidente de la Federación de Baloncesto de Castilla y León. Carlos Sáinz, que es como se llama el individuo, sitúa la causa de los actuales problemas del club de Baloncesto León en el éxito de su ascenso en temporadas pasadas a la división de Honor. Es decir, para este experto deportivo, las penurias económicas y también las deportivas de este Club leonés están ligadas, en relación directa, por contradictorio que parezca, a los pasados éxitos deportivos: a mayor éxito hoy, mayor penuria mañana.

Por permutación circular podríamos decir que las hoy penurias procesales de Urdangarin se deben a un pasado colmado de fortuna y de éxitos. Y lo mismo podríamos decir de Bárcenas, Camps, los propietarios de Orange Market, imputados en la trama Gürtel, los empresarios leoneses Martínez Núñez y José Luis Ulibarri, el ínclito director de la Fundación socialista IDEAS (cuyo nombre no me viene ahora a la cabeza), Díaz Ferrán, Fabras, Oriol Pujol, etc., etc. Todos ellos han encontrado la piedra filosofal que convierte todo lo que tocan en ORO-pimente (As2 S3), que como es bien sabido es un mineral (sulfuro) con el que en la antigüedad se elaboraba uno de los venenos más efectivos hasta entonces conocidos.

El denominador común de todos ellos es que hasta hace muy poco eran honorables hombres de éxito. Formaban parte de ese ramillete de individuos únicos que hacen que un país luzca con luz propia y  funcione bien. Eran los creadores de  riqueza. Los proveedores de empleo. Eran los consejeros áureos de las administraciones públicas. Eran el ejemplo a seguir. Eran la encarnación de todas las virtudes terrenales que pueden atesorar los emprendedores, los elegidos, los llamados por el destino para salvar a su patria. ¿Sería esto a lo que se referiría Felipe González con la expresión "morir de éxito"?

Así lo vemos quienes no hemos tenido su fortuna: ni la material ni la intelectual. Pero ¿Cómo lo verán ellos? Sé que es difícil ponerse en su cuidada y bronceada piel; pero es un ejercicio que podemos hacer, porque los aludidos nos han dado muchas pistas. Muchos de ellos, y sino sus portavoces, en innumerables ocasiones en lo que va de crisis han manifestado que TODOS "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" o lo que es lo mismo, hemos vivido instalados en un éxito ficticio; pero al fin y al cabo éxito, lo que ha traído como consecuencia los males que actualmente estamos padeciendo. En eso se sintetiza su tesis. Algunos lo ilustran con ejemplos, e incluso nos hacen sentirnos culpables. Dicen que somos unos privilegiados todos aquellos que disfrutamos de un empleo remunerado, los que tenemos una vivienda hipotecada o los que nos permitimos el lujo de acceder a una formación superior universitaria.

Debo reconorcerles la habilidad y sucumbir una vez más a sus encantos, por algo eran asesores áureos. Han convertido un DERECHO fundamental recogido en la Constitución: el derecho al trabajo, el derecho a una vivienda digna, el derecho al acceso a la educación, en un PRIVILEGIO, y además han sabido hacernos sentir culpables por ello. Chapeau. Es para quitarse el sombrero. Ahora entiendo por qué el abogado de Urdangarin dice que la justicia provoca en su defendido un EMPOBRECIMIENTO injusto o que Bárcenas diga que sus papeles no están escritos con su letra o que los imputados en la trama Gürtel consigan inhabilitar al Juez que los investiga. Lo dicho, son unos fenómenos, para morirse...de pena, o por un exceso de ingesta de ORO[pimente].