miércoles, 6 de mayo de 2020

El Mito de los Metales o la mentira piadosa

Vivimos unos días de zozobra e incertidumbre provocada por la pandemia del coronavirus. Se generan al día multitud de noticias, muchas de ellas falsa, formadas por bulos que inmediatamente se vuelven virales. Si uno se acerca a las redes sociales podrá verificar este hecho; pero también si se acerca a los medios de información más "respetables". En este sentido estoy verdaderamente sorprendido de la baja calidad de la información ofrecida por algunos prestigiosos medios de comunicación. Es habitual advertir errores en las cifras de contagiados o fallecidos. Es habitual que el desglose por comunidades no coincida con el total ofrecido o que, sencillamente, no se actualicen los textos que acompañan a los gráficos, dando como resultado una información de muy baja calidad. La pregunta que me hago es si la prensa en esta crisis sanitaria ha estado a la altura del País, o, al menos, a la de otros colectivos que están dando la cara en primera línea de combate.

Por otro lado, también debe tenerse en cuenta el origen de los datos, procedentes generalmente del Gobierno y de las Comunidades autónomas. Los ciudadanos asistimos impávidos a una guerra de datos que nos presentan las autoridades poco creíbles e imposibles de descifrar. Los ciudadanos comunes, los que no formamos parte de ningún sector esencial no disponemos de ningún criterio para conocer el grado de certeza de los datos que se nos ofrecen. ¿Mienten los gobernantes?

Cuenta Platón en su República que los ciudadanos se dividen en tres clases: en primer lugar, la clase más alta que es la de los dirigentes, formada por los gobernantes. La siguiente clase es la de los guerreros, que son los que defienden la "polis" y el sistema de clases establecido; y, en tercer lugar la clase más baja que es la de los productores, formada por los artesanos, los agricultores y los ganaderos. Cada individuo forma parte de una clase y debe hacer el trabajo que se le asigna y le corresponde en ella.

Dice Platón que para conseguir que todos los ciudadanos acepten su posición en la clase que les corresponde, especialmente aquellos integrados en la clase más baja, la de los productores; los gobernantes están autorizados a mentir. Enfatiza Platón en su República que "solo a los Gobernantes pertenece el poder de mentir a fin de engañar al enemigo o a los ciudadanos en beneficio del Estado".

Para ello, Platón se inventa un subterfujio para que los dirigentes convenzan de esto a los ciudadanos. Le llama el Mito de los Metales. Los gobernantes, según el filósofo griego, deberán explicarles a los ciudadanos que "Todos somos hermanos; pero Dios hizo a los Gobernantes con una aleación de oro, que es el metal más noble, siendo por tanto, los de esta clase los más valiosos. A los guerreros los hizo de plata y a la clase más baja, la de los productores los hizo Dios del metal menos noble, de hierro y de bronce. No obstante, Platón sugiere que para aquellos individuos que no les convenza ese argumento deberán ser condenados a muerte.

Yo creo que tenemos un Gobierno formado por intelectuales platónicos que está demasiado afectado por la filosofía griega.