Siempre estuve muy interesado en la figura del escritor, político y activista heterodoxo Jorge Semprún. De él hasta ahora solo había leído dos libros: “Veinte años y un día” y “La autobiografía de Federico Sánchez”. Aproveché este fin de semana, con puente incluido, para leerme una nueva biografía que acaba de aparecer en las librerías, firmada por Franziska Augstein. El libro incorpora pocas novedades. De hecho, como el fin de semana ha sido largo, me he permitido el gusto de releer la Autobiografía de Federico Sánchez y he podido constatar que efectivamente la memoria no me había jugado una mala pasada y, en realidad, Augstein incorpora a su trabajo pocos nuevos detalles. Quizás la aportación más significativa la constituya una breve descripción sobre las torturas que tuvo que soportar durante quince días, tras ser detenido por la GESTAPO. Yo al menos no recuerdo haber leído una descripción semejante en ningún lado.
El libro se titula “Lealtad y traición. Jorge Semprún y su siglo”. En él como he dicho aparecen pocas cosas nuevas; pero hay un hecho incontestable y este es el reconocimiento expreso a una vida inabarcable. La vida de Semprún da para una, dos, tres y unas cuantas más biografías. Por más que uno lee más se da cuenta de la imposiblidad de conocerla en detalle.
El libro pone de manifiesto la azarosa vida de este republicano, exiliado en Francia, miembro de la resistencia de la ocupación Nazi , encarcelado y superviviente del campo de concentración de Buchenwald, militante comunista durante la clandestinidad impuesta por el régimen de Franco, expulsado de este partido, ministro de Cultura en el Gobierno socialista de Felipe González. Gran escritor de ensayos, novelas y poesía (esta faceta menos conocida). Ha escrito sobretodo en francés, idioma que dominó a la perfección; pero también lo ha hecho en alemán, inglés y español.
Al terminar de leer el libro he tenido la sensación de haber leído una biografía inacabada. He tenido la impresión de que todavía quedan muchas cosas que explicar de este hombre. Muchas de las decisiones y de los caminos que eligió quedan sin una explicación. Al finalizar su lectura me he quedado con una pregunta: ¿Por qué?
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