miércoles, 4 de abril de 2012

Sonrojantes cifras de paro

A finales del mes de octubre del año pasado, cuando el INE dio las estadísticas del paro del tercer trimestre, una especie de escalofrío recorrió todo mi cuerpo. En León, la cifra de involuntarios desempleados arrojaba el sonrojante número de 32000. Me parecía increíble que se pudiera llegar a esa situación. Y más increíble me parecía la tranquilidad con la que la sociedad y sobretodo los afectados se la tomaba.

Para entonces ya estábamos convocados todos los españoles a las urnas. Las encuestas anticipaban un más que probable cambio de gobierno. Yo reflexionaba pensando qué otra cosa podría hacer el elector ante el desolador panorama. Cambiar. Todo el mundo se apuntaba la cambio. El Gobierno, entonces socialista, no acertaba a atajar la sangría que mes a mes suponía la publicación de las cifras de paro. Todo el mundo se preguntaba lo mismo: ¿cuándo dejarán de crecer?

Se celebraron las elecciones. Como estaba previsto cambió el Gobierno. Se han realizado ajustes. Se ha flexibilizado el mercado de trabajo, introduciendo elementos que prácticamente hacen el despido libre y gratuito. De alguna manera, todas las medidas adoptadas por el nuevo Gobierno son las que nuestros socios europeos pedían (léase Alemania). Son las medidas que iban a restaurar la confianza en la economía Española e iban a impulsar la creación de empleo.

Ya han transcurrido tres meses desde la toma de posesión del nuevo Gobierno y hoy el INE nos ha dado un nuevo mazazo. En la provincia de León el desempleo creció en más de un 10% respecto al año anterior. La cifra de parados en la provincia de León, el Instituto de estadística la sitúa en más de 44000 personas: un nuevo récord. A estas alturas ya poco importan los récord. cada día, cada semana, cada mes batimos uno nuevo. ¿Hasta cuándo?

El Gobierno está convencido de que su reforma laboral dará los frutos apetecidos. Así lo ha anunciado su portavoz en temas de empleo; pero los voceros locales: ya sean responsables institucionales, patronal, sindicatos, etc., para la provincia de León, lo que auguran de aquí a final de año son más despidos. Despidos en contratas municipales de servicios, despidos de personal laboral a cargo de las administraciones públicas, despidos por reducción o cese de actividad de empresas claves para la economía provincial. Es decir, en la provincia de León no hemos tocado fondo.

¿Hasta cuando se podrá soportar esta situación sin que derive en un problema de orden público? Pienso que en el momento que salte una chispa y la masa de desempleados se movilice va a ser muy difícil detenerla. Pienso, que la actual calma "chicha" que se vive sólo es un espejismo, nos la podemos tomar como un regalo en forma de tregua que debemos aprovechar para emplear todo nuestro talento en corregir e invertir la situación. Y lo debemos hacer rápidamente.

La gasolina está repartida y esparcida, en cada encuesta el INE nos lo recuerda, la chispa puede proceder de cualquier lado. Nuestros administradores deben neutralizar el combustible antes de que sea demasiado tarde.

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