sábado, 5 de enero de 2013

¡Cuidado con la "Climatología"!; es peligrosa

Es la hostia, es el colmo, el acabose. El Gobierno ha decidido golpearnos estas Navidades donde más duele. El departamento que se ocupa de nuestra seguridad vial ha elaborado una campaña de televisión en la que nos advierte que en estas fechas circulemos con precaución debido a la "Climatología". ¿Qué le ocurre al Gobierno? ¿El ministro del Interior que se ocupa de la cosa de la circulación no se habla con el de Fomento y el de Fomento no se habla con el de Educación? ¿Dónde quedó la preocupación de José Ignacio Wert por españolizar a no sé quién? Quizás a quien habría que españolizar es al inefable ministro Wert o en todo caso al Gobierno al que pertenece.

Dice el Ministerio de Fomento en su página oficial que el clima de Ponferrada es Mediterráneo continental subhúmedo, que es algo así como la transición entre Mediterráneo y Oceánico. Es decir, que si llueve en Ponferrada el clima es Mediterráneo continentalizado. Si nieva en Ponferrada el clima es Mediterráneo continentalizado y si hace viento en esta hermosa localidad Berciana el clima seguirá siendo el mismo, porque, efectivamente, en su clasificación tienen que ver valores medios estadísticos. Y mucho me temo que lo mismo ocurre en cualquier otra parte del territorio español (más allá de nuestras fronteras habrá que preguntarle al Ministro del ramo correspondiente. A lo mejor en Francia el clima cambia cada día o los meteoros son lanzados sobre la sufrida población por los climatólogos).

Por tanto, siendo idéntico el clima durante todo el año (en España), no sé en qué medida esto afecta a la conducción (en España) y a la seguridad vial de los ciudadanos que tan celosamente pretende proteger nuestro Gobierno (español).

Pero la patada en la boca viene de la introducción del término "Climatología" en la campaña publicitaria. Expresión que bien se podían haber ahorrado, porque Climatología es la ciencia que estudia el clima e investiga sus fenómenos y sus causas; pero no los produce. Es decir, la climatología no produce los meteoros: no provoca la lluvia o el viento, sólo se ocupa de su estudio.

Para advertirnos de las consecuencias del mal tiempo para la conducción, el Ministerio podía haber empleado en su campaña el término "tiempo" o "temperie" o cualquier otro sinónimo; pero no, optó por darnos ese bofetón en el cielo de la boca. No sé por qué no me extraña viniendo de donde viene.

En vez de advertirnos, para protegernos y cuidar de nuestra salud, el Gobierno tiene otra opción más sencilla. Basta con que persiga, encuentre y detenga a la malvada "climatología" responsable de todos nuestros males climáticos y le aplique la Ley de vagos y maleantes y la ponga a disposición judicial de Ruiz  Gallardón, quien ya sabrá qué hacer con ella. En caso contrario, espero, por la salud de nuestro idioma, que por cierto también emplean los sufridos conductores que escuchan el anuncio en las emisoras de la radio mientras esperan interminables colas, que el Ministerio retire de forma inmediata ese aborto idiomático de campaña. 

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