lunes, 9 de marzo de 2015

La intrahistoria de la Universidad de León

De antiguo, existe una tan vieja como estéril polémica entre los mal llamados titulados y títulos de grado medio y los de grado superior. Siempre me pareció una absoluta payasada subtitularse uno así mismo como "Ingeniero Superior" para remarcar la diferencia con aquél otro "Ingeniero Técnico". Recuerdo una ocasión en la que a un alto funcionario de una administración local que firmaba sus escritos e informes en calidad de "Arquitecto Superior" le requerí para que me indicara en qué parte de su título de arquitecto figuraba la expresión "superior". Todos los que yo he visto en mi vida pone "Arquitecto" o "Ingeniero", o, en su caso, "Arquitecto Técnico" o "Ingeniero Técnico". Nada de superior. Este añadido que él hacía era para diferenciarse de los "Aparejadores" o "Arquitectos Técnicos". Sobre esta cuestión, en los años 60 y 70 del siglo pasado mucho se ha escrito. Recuerdo incluso textos de insignes lingüistas (Ramón Carnicer) que abordaban esta, para ellos y sólo para ellos, trascendental cuestión. Parecía que los "inferiores" graduados querían robarles el alma a los "superiormente" formados. Como si el común de los mortales no supiese distinguir bien lo que es una "maestro" o un "aparejador" de lo que es un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Qué memez.

En aquellos tiempos, mucho antes de la existencia de los Planes de Bolonia, cuando los alumnos de una Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica o de Aparejadores debían dedicar hasta ocho horas diarias de clase, distribuidas de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde, e incluso los sábados por la mañana, los alumnos de las llamadas "Licenciaturas", por ejemplo, Derecho, debían asistir a clase  tan solo tres horas diarias (no tenían más de 4 o 5 asignaturas por curso).

Con independencia del álgebra, el cálculo o la física que debían superar los alumnos de ingenierías y que les tenía bastante ocupados, el prestigio social residía en las Licenciaturas. Los unos eran alumnos realmente Universitarios: los licenciados, llamados a ocupar la alta dirección de instituciones y empresas. Los otros no se sabía muy bien qué es lo que eran: ayudantes, subalternos... Ya he contado en este mismo espacio que un Rector Magnífico de la Universidad de León (al que le quedaba enormemente grande el cargo), en fase de campaña electoral, en los años 90, se acercó a pedir el voto de los estudiantes de las ingenierías técnicas sin tener la más pajorera idea de los programas de estudio o de cuántas horas de clase se impartían ni el número de asignaturas por curso. Por eso se permitió el lujo de criticar a aquellos alumnos que según él se matriculaban de ¡siete! y hasta de ocho asignaturas por año, desconociendo que en las ingenierías había cursos de hasta 10 asignaturas. Así le fue a la Universidad de León con semejante desinformado.

Pero la historia siempre la escriben quienes mandan. Y en la Universidad de León mandan las licenciaturas y sobre todas ellas las de Veterinaria o Biológicas. Por eso desde su constitución en el año 1979, de los SEIS rectores que ha tenido en total la Universidad de León, que yo recuerde al menos ha habido cuatro rectores profesores procedentes de estas Facultades: Andrés Suárez, Miguel Cordero Campilllo, Nieto Nafría y Angel Penas: dos de veterinaria y dos de Biológicas.

Por tanto, no ha de extrañar a nadie que en la página "oficial" de la Universidad de León se diga que los primeros estudios impartidos en León fueron los de Veterinaria, que se iniciaron, según el redactor se esta errada pagina, en el año 1943, seguidos de los de Biológicas...y después Magisterio... y después Minas.

Tanto la fecha como el orden de prelación son un manifiesto error. Yo he dicho hasta resecárseme la boca que en la ciudad de León los primeros estudios, muy a pesar de algunos prebostes que se empeñan en ignorarlo, fueron los de Magisterio, que se iniciaron en el año 1843 (siglo XIX). Después efectivamente fueron los de Veterinaria en 1852 (también en el siglo XIX, no en 1943 como se cita) y posteriormente no fueron los de Ciencias Biológicas (que son del año 1969), como se sugiere en la página web oficial de la Universidad, sino los de Minas (ahora sí en el año 1943). Lo que ocurre es que, efectivamente, tanto los de Magisterio como los de Minas están relacionados con escuelas Universitarias de "menor rango", y da más lustre citar en la página oficial a los de Veterinaria y Biológicas, dónde va a parar.

Solo espero que en la redacción de esta tan pequeña como errada síntesis de los antecedentes de los estudios universitarios en la ciudad de León no haya tenido nada que ver aquél desinformado Rector de la facultad de Filosofía e Historia al que he aludido, porque ya sería la bomba.

Solo quiero apuntar una cosa más, ¿qué se puede esperar de una Universidad que conoce tan mal su reciente historia?

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