jueves, 7 de febrero de 2013

Morir de éxito

Morir de éxito. La primera vez que soy consciente de haber oído esta rotunda frase fue al ex presidente del Gobierno socialista, Felipe González. En una de las arengas televisadas a los suyos les dijo que había que andarse con cuidado, que el PSOE podía morir de éxito. Se refería a las renovadas mayorías absolutas que iba obteniendo en sucesivas elecciones que se convocaban en el ámbito nacional, autonómico y local. Ahora, los analistas dirán si eso fue exactamente lo que ocurrió con su partido. Sugiero al PP, por si acaso,  que se lo ate al dedo para que no se le olvide.

En clave local, hoy los medios de comunicación dan cuenta de una afirmación similar, realizada por el presidente de la Federación de Baloncesto de Castilla y León. Carlos Sáinz, que es como se llama el individuo, sitúa la causa de los actuales problemas del club de Baloncesto León en el éxito de su ascenso en temporadas pasadas a la división de Honor. Es decir, para este experto deportivo, las penurias económicas y también las deportivas de este Club leonés están ligadas, en relación directa, por contradictorio que parezca, a los pasados éxitos deportivos: a mayor éxito hoy, mayor penuria mañana.

Por permutación circular podríamos decir que las hoy penurias procesales de Urdangarin se deben a un pasado colmado de fortuna y de éxitos. Y lo mismo podríamos decir de Bárcenas, Camps, los propietarios de Orange Market, imputados en la trama Gürtel, los empresarios leoneses Martínez Núñez y José Luis Ulibarri, el ínclito director de la Fundación socialista IDEAS (cuyo nombre no me viene ahora a la cabeza), Díaz Ferrán, Fabras, Oriol Pujol, etc., etc. Todos ellos han encontrado la piedra filosofal que convierte todo lo que tocan en ORO-pimente (As2 S3), que como es bien sabido es un mineral (sulfuro) con el que en la antigüedad se elaboraba uno de los venenos más efectivos hasta entonces conocidos.

El denominador común de todos ellos es que hasta hace muy poco eran honorables hombres de éxito. Formaban parte de ese ramillete de individuos únicos que hacen que un país luzca con luz propia y  funcione bien. Eran los creadores de  riqueza. Los proveedores de empleo. Eran los consejeros áureos de las administraciones públicas. Eran el ejemplo a seguir. Eran la encarnación de todas las virtudes terrenales que pueden atesorar los emprendedores, los elegidos, los llamados por el destino para salvar a su patria. ¿Sería esto a lo que se referiría Felipe González con la expresión "morir de éxito"?

Así lo vemos quienes no hemos tenido su fortuna: ni la material ni la intelectual. Pero ¿Cómo lo verán ellos? Sé que es difícil ponerse en su cuidada y bronceada piel; pero es un ejercicio que podemos hacer, porque los aludidos nos han dado muchas pistas. Muchos de ellos, y sino sus portavoces, en innumerables ocasiones en lo que va de crisis han manifestado que TODOS "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" o lo que es lo mismo, hemos vivido instalados en un éxito ficticio; pero al fin y al cabo éxito, lo que ha traído como consecuencia los males que actualmente estamos padeciendo. En eso se sintetiza su tesis. Algunos lo ilustran con ejemplos, e incluso nos hacen sentirnos culpables. Dicen que somos unos privilegiados todos aquellos que disfrutamos de un empleo remunerado, los que tenemos una vivienda hipotecada o los que nos permitimos el lujo de acceder a una formación superior universitaria.

Debo reconorcerles la habilidad y sucumbir una vez más a sus encantos, por algo eran asesores áureos. Han convertido un DERECHO fundamental recogido en la Constitución: el derecho al trabajo, el derecho a una vivienda digna, el derecho al acceso a la educación, en un PRIVILEGIO, y además han sabido hacernos sentir culpables por ello. Chapeau. Es para quitarse el sombrero. Ahora entiendo por qué el abogado de Urdangarin dice que la justicia provoca en su defendido un EMPOBRECIMIENTO injusto o que Bárcenas diga que sus papeles no están escritos con su letra o que los imputados en la trama Gürtel consigan inhabilitar al Juez que los investiga. Lo dicho, son unos fenómenos, para morirse...de pena, o por un exceso de ingesta de ORO[pimente].

No hay comentarios:

Publicar un comentario