domingo, 5 de febrero de 2012

Imágenes impactantes

Una ola de frío polar recorre toda Europa. Los telediarios dan cuenta del sufrimiento que las gélidas temperaturas están ocasionando a las capas de la sociedad más vulnerables. Si difícil es siempre dormir al abrigo de las estrellas, más todavía debe resultar hacerlo con las temperaturas bajo cero que se están registrando en todo el continente europeo en estos días. España no es una excepción. Hoy los diarios fijan su atención en los indigentes que pasan la noche al raso.

En uno de estos periódicos diarios de tirada nacional, supongo que por error, no lo puedo entender de otra manera, se ilustra la preocupación de la flamante alcaldesa de Madrid por los mil sin techo que duermen en la calle cada noche en la capital. Parece ser que Ana Botella, impresionada por la situación, se ha propuesto realizar un estudio de localización de estos indigentes. El error al que me refiero es en el número de indigentes que se cita: 1000 (mil). Me resulta sorprendente esta baja cantidad. En el mismo día, un periódico local de León cifra en esa misma cantidad el número de indigentes que viven en la calle y desde luego nada tiene que ver una ciudad con otra.

Pero dejando las cifras aparte, que ya se sabe que cuando se trata de pobreza es muy difícil de cuantificar, la realidad es que un nutrido grupo de paisanos, que representan el colectivo social más desprotegido y vulnerable, estos días las está pasando canutas, mientras los diarios se limitan a contarlo y las administraciones públicas a mirar para otro lado o, en el mejor de los casos, anunciar la realización de un mapa de localización, que supongo servirá para recoger por la mañana a los que se hayan quedado tiesos por la noche.

No obstante, la imagen más impactante me ha llegado desde Cataluña. El intenso frío ha puesto en riesgo el partido de fútbol de la liga profesional que hoy debían disputar el F.C. Barcelona contra la Real Sociedad. Los dirigentes barcelonistas estaban muy preocupados por dos cuestiones: la primera por los efectos perniciosos del frío sobre el césped del estadio y la segunda por la posibilidad de que se tuviera que anular el encuentro por falta de condiciones del terreno de juego para poder disputarlo. Ambas cuestiones inaceptables para un club del renombre y la categoría del Barsa.

Así que a grandes males grandes remedios. El Club Barcelona ha dispuesto de una batería de cientos de calefactores que esparcidos convenientemente por el estadio han mitigado en el césped los rigores del intenso frío polar. De esta forma se ha preservado la integridad del terreno del juego y se ha proyectado una imagen de gran club al resto del mundo, para mayor gloria de los aficionados culés. Lo que la diligente directiva azulgrana no ha indicado todavía, supongo que por falta de tiempo, es el coste de adquisición de los fabulosos cacharros ni el coste de la factura de energía consumida durante el tiempo que duró la puesta en marcha de la brillante idea.

La madre que me parió. No se lo dije: impactante. Verdaderamente impactante.

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