No sería el primer dirigente político que tiene que dimitir por contratar a un familiar a su servicio con cargo al erario público; pero sin duda éste no será el caso. En este país todo lo relacionado con la monarquía es un excepción. La casa real, en un alarde de transparencia, acaba de anunciar que el rey ha fijado la remuneración de la reina, el príncipe de Asturias, su exposa y la de la infanta Elena. Si ya es mucha pérdida prescindir de los servicios de Marichalar, Urdangarin y Cristina, no me quiero ni imaginar los perjuicios que causaria a la marca España prescindir en los actos protocolarios de la infanta Elena. A partir de ahora las retribuciones de los miembros que quedan de la familia real, que son lo que han sido favorecidos con un "empleo", hecho que para los agraciados, me imagino que será muy de agraceder en estos tiempos de crisis, recibirán una remuneración fija y otra variable. Esta última en función de los actos de representación a los que se asista, siempre con un límite superior para que no se nos dispare el presupuesto.
Lo que no nos han aclarado es la modalidad de contrato elegida para regular la contraprestación ni el convenio colectivo que la ampara. Por la alta dignidad de los agraciados, cabe suponer que será un contrato de Alta Dirección, de esos que se regulan al margen del Estatuto de los Trabajadores. Si así fuera (que quede claro que yo no soy un especialista), además del salario fijo y del plus variable, el rey también debería pactar con los afectados las retribuciones en especie: casa, comidas, formación, etc. Porque esta retribución también forma parte del salario y debería tributarse por ella. De hecho, creo recordar, que en su día, el propio Aznar declaró como retribución en especie su vivienda en el Palacio de la Moncloa. Quizás el rey también lo haga y si conociésemos la declaración de la renta y del patrimonio de los miembros de la casa real se disiparían todas las dudas y cualquier malentendido al respecto.
Algunos medios de comunicación han destacado la decisión real como una medida de "profesionalización" del papel de la reina y del resto de los miembros de su familia. Ni por un momento se cuestiona que la familia del rey deba disponer de un salario procedente del erario público: ¿de qué otra manera podría ganarse sino la vida Cristina o Urdangarin, por ejemplo?. Parece ser que no se trata de una "burda" justificación de los "pagos" que ya se vienen realizando a estos miembros ante la inminente entrada en vigor de la ley de transparencia que pude provocar malas interpretaciones cuando se conozcan las cuantías y el destino de algunas cantidades. La casa del rey nos ha contado cómo se va a distribuir el plus variable, en función de la asistencia a los actos de representación; pero nada se ha dicho de qué actividades deben realizar los miembros de la familia del rey para recibir la retribución fija. ¿Qué trabajo deben realizar? ¿Cuáles son sus obligaciones? Puesto que se trata de profesionalizar la función, no estaría de más que nos dijeran qué función es esa, aparte de la representación, que como se nos ha dicho se retribuye con un plus variable. Esto nos permiría conocer con exactitud las tareas encomendadas a la reina y a los príncipes y valorar de forma autónoma si cumplen o no cumplen con su trabajo y si el salario que cobran es adecuado y proporcional al servicio que prestan.
Sabemos que el rey tiene atribuída la función constitucional de moderar y arbitrar en cuestiones de Estado. No estaría de más que alguien nos dijera también cuáles son las funciones del resto de miembros de la familia real que perciben retribuciones del Estado. La marca España ganaría mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario