sábado, 25 de enero de 2014

Lo peor de la crisis

Resulta muy dificil no ya llegar a comprender sino empatizar con algunas de esas instituciones fundamentalistas, que dicen que vertebran el sistema económico internacional y que impulsaron en su origen el Estado del Bienestar. En realidad pienso que ese estado, el del bienestar, ya no existe. Se lo han cargado. Resulta paradójico oír las denuncias contra los "antisistemas" de aquellos dirigentes que al amparo de la crisis han iniciado una frenética tarea de acoso y derribo contra todas las estructuras, con la única finalidad de tumbar el tan añorado "estado de bienestar". Ellos y sólo ellos son los antisistemas. Ellos, los dirigentes que están conduciendo la salida de la crisis a costa de los más desfavorecidos son los verdaderos antisistema. Desmontan el sistema de convivencia pactado y acusan sin empacho alguno a los que se oponen a la pérdida de derechos fundamentales de antisistema. Una verdadera indecencia.

Con relación a este asunto, lo que en estos días me llama la atención son algunas declaraciones de dirigentes de esos opacos organismos, tan desconocidos como alejados de los ciudadanos, que dirigen a su antojo y buscando su propio beneficio (el que les garantiza su propia existencia) nuestras vidas sin ningún tipo de control. Esos organismos supranacionales que condicionan, y de qué manera, nuestra convivencia. Me refiero al FMI, al Banco Central Europeo, a la Reserva Federal, etc. Dicen que se limitan a dar orientaciones económicas.¡ Vaya cinismo! Como si hubiese alguna posibilidad de salirse de ese guión.





En una ocasión, el jefe del Banco Central Europeo, el tal Trichet (ilustre ingeniero de Minas, por cierto) se atrevió a decir que la crisis que estábamos pasando, la que entonces se acababa de iniciar, era lo peor que había ocurrido en el Mundo desde la segunda Guerra Mundial. Yo me pregunto ¿Este tío de dónde ha salido. En qué caverna estaba escondido? Las guerras del Golfo Pérsico, en los Balcanes, en Iraq, la hambruna instalada en muchos países, dónde quedan para este sujeto. En qué posición las coloca. Ahora, más recientemente, en estos días, la jefa del Fondo Monetario Internacional se ha descolgado con una declaración en la que afirma que lo peor de la crisis económica está instalado en los países del Sur de Europa. Es decir, para Christine Lagarde el resto de los países del Mundo, los que no son "sur de Europa", desde la privilegiada perpectiva Global que ella tiene, están como las rosas. En el continente africano para esta buena señora no hay ninguna crisis, ni económica ni humanitaria ni de ningún otro tipo. Los saharauis, los palestinos, los que viven en Haití o en algunos países latinoamericanos, etc., etc. viven en la más pura de las abundancias posibles.

Las declaraciones que de forma regular hacen estos altos dirigentes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, etc. me parecen de una obscenidad tal que me dan asco. No las soporto.

Para ilustrar gráficamente este sentimiento de desprecio y repugnancia que me causa estas declaraciones baste un botón de muestra: algunos medios de comunicación hoy publican una foto de la directora del FMI visitando un colegio de niños "pobres" en algún país de África. La visión de esta imagen, después de las declaraciones que ha realizado, diciendo que la peor crisis está en los países del sur de Europa, sencillamente me causan repulsión. No las tolera mi estómago.